Evolución clara en la formación de acupuntura desde hace 30 años a nuestros días

Nadie puede dudar que hace años el panorama era bastante aciago en cuanto a la información a la cual podías acceder sobre acupuntura. Este era un término casi esotérico e intrigante, que tenía el encanto de todo lo que venía de Oriente, pero poco más.

Las posibilidades de formación eran escasas, con suerte accesible en las grandes capitales, pero sin gran cantidad de opciones para poder elegir en función de la calidad formativa.

En estos inicios, era bastante común que el material recibido en una formación fuese poco mas que algunas fotocopias dispersas y mucho mucho apuntar. Eran otras épocas, y los derechos de autor eran poco respetados.

Tampoco había una gran literatura sobre la cual elegir. Pocos libros y los existentes en muchos casos con poca pedagogía intrínseca.

Agujas de acupuntura

Bien parecería que me comparo con los pioneros, nada más lejos de la realidad, no soy tan mayor, pero sí acumulo suficientes años para haber observado una clara evolución. En esta época inicial decir que eras acupuntor implicaba que fuese necesario explicar que significaba eso.

Hoy si lo comentas puedes escuchar cosas como "ah, acupuntor de las agujas, como mi cuñado" en una alta proporción. El cambio de los tiempos nos atropella a todos.

Hoy podemos formarnos en modalidad presencial en una academia que nos queda a tres manzanas, en modalidad semipresencial, incluso en modalidad online (con prácticas presenciales), con variedad de escuelas ¿Entonces dónde radica el problema? En que es muy difícil discernir quien te ofrece una formación de calidad de quien sencillamente ofrece un curso con profesores poco formados y con un programa exclusivamente basado en llamar la atención del alumno, que por no conocer la materia, pudiese pensar que está ante un curso de acupuntura impartido por auténticos gurús.

Si bien antes existía una clara falta de información y de opciones, limitando nuestra capacidad de decisión, actualmente en la edad de la información lo que predomina es grandes cantidades de desinformación que compiten de tú a tú con la verdad.

Menos nunca es más.

Pero lo que en realidad puede ser preocupante no es en sí una formación deficiente, sino esos cursos que pretenden realizar formaciones en pocos meses haciendo creer a los alumnos que van a recibir la auténtica esencia de la acupuntura porque le quitan "la paja", así que poco más que son tontos aquellos que realizan formación exclusiva de acupuntura de 2 años o de medicina china en 3 ó más  años, cuando ellos lo van a hacer en 3 meses.

Más no siempre es más.

Lo más importante es la relación que se da entre la capacidad pedagógica de un profesor y las horas de formación. Una buena cantidad de horas de formación con alguien que se esfuerza por lograr entender los conceptos básicos siempre es más que multitud de horas con alguien que poco más que repite cual loro un texto aprendido, sin capacidad de transmitir el sentido y la esencia.

Tampoco más años es sinónimo de mejor formación. He podido observar algunos programas de 4 años pero con materia completamente inútiles para el alumno, lo que hace sospechar que su inclusión sólo ha pretendido alargar de una forma "antinatura" un programa o bien porque este programa era corto, o por hacerlo más largo que su competencia.

No todo está perdido.

Si deseas estudiar acupuntura o MTC intenta informarte contrastando la información, pero si no dispones de esa posibilidad, apúntate y sumérgete en un mundo maravilloso. No hay nada como iniciarse en algo para adquirir un sentido crítico al respecto. Puede que después te des cuenta que fue o no una buena opción formativa, pero después de esto tendrás argumentos para si lo necesitas formarte en un lugar de contrastada garantía.

En mi proceso de formación he pasado por todas estas fases, cursos malos, peores y algunas joyas de cursos que cambiaron mi vida y mi situaron en mi posición actual de formador de acupuntura. Incluso doy gracias a los cursos deficientes porque me ayudaron a buscar mejores opciones y reforzar mis capacidades didácticas. Nada como conocer lo que no te gusta para saber lo que en realidad quieres ser.

No olvidemos que como dijo Heráclito de Éfeso "Lo único que perdura es el cambio".

Amo esta profesión.